jueves, 12 de marzo de 2015

"The danger of knowledge" por Noelia Pérez

En la historia de Zhuang Zi “El peligro del conocimiento”  comienza haciendo una distinción entre vida y conocimiento, atribuyendo a cada uno las características de limitado e ilimitado respectivamente. Dedicar toda una vida a intentar alcanzar el conocimiento es una tarea ardua.  El planteamiento es que intentar abarcar durante la vida, que es perenne, el conocimiento resultaría absurdo porque no sería posible conseguir lo ilimitado por medio de lo limitado.  Dar una vida entera por el conocimiento es una carrera a contrarreloj siempre hacia el horizonte. Además, tener la arrogancia para pensar que, incluso sabiendo que no es tarea fácil, somos capaces de tenerlo y que saber esto nos otorga una mejor posición intelectual es incluso más peligroso. El conocimiento puede ser una herramienta para tratar con el mundo pero ni mucho menos se trata de quedar en este estadio de observación, la persecución del conocimiento no debe ser una forma de vida. Podemos conocer e ir aprendiendo pero que esto no sea una atadura o un sacrificio. Relaciona al conocimiento con la naturaleza, como si en ella misma se hallaran los principios, pero hay que dejar fluir a la naturaleza y que emerja, no hay que ejercer presión en nosotros ni en estos principios. Hay que entender, no quedarnos con lecciones banales pero tampoco tener sed constante de saber para amontonar más y más en un baúl de la memoria porque de la naturaleza misma también se aprende. Hay una resignación a quedarnos sentados en la vida teorética, invita a conocer también la vida práctica y a saborear esos principios y conocimientos desde este plano. Esto me recuerda a la vida contemplativa que propone Aristóteles como la más virtuosa de todas por alcanzar el conocimiento, pero vista desde esta perspectiva del Zhuang Zi podríamos añadir el conocimiento por medio de la praxis. Que la vida contemplativa también esté sumergida en una relación con el mundo. Aristóteles define la felicidad como una actividad del alma, es por esto que desde esta interpretación, la contemplación podría ser expuesta como una actividad inmersa en la naturaleza. Sería razonable una vida virtuosa que pretendiera alcanzar la felicidad, y que el conocimiento no sea sinónimo de esta, el conocimiento no debe ser un fin en sí mismo. Conocimiento entendido como un medio para la vida, actividad incesante. Que la naturaleza nos vaya sorprendiendo con sus transformaciones en el ámbito práctico una vez que conocemos los principios. Se trata de la vida teórica puesta en marcha como mecanismo para entender la naturaleza, para disfrute de la vida. La teoría se ve empujada por la práctica, ambas pueden ir de la mano sin pisar la una a la otra, puesto que la teoría no camina por sí sola, está basada en hechos, ni la práctica está por encima de la teoría. Me parece que Zhuang Zi hace un balance de ambas como fuentes de enriquecimiento vital. Aristóteles por la argumentación anterior podría ser enfocado en esta perspectiva asumiendo el modelo de vida contemplativa como la mezcla homogénea de teoría y praxis, en la theoria también se acaba alimentado a la técnica, y las virtudes éticas son aprendidas en la medida que van a ser aplicadas en la práctica, el alma se nutre de las dos para alcanzar la felicidad.

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