domingo, 12 de abril de 2015

Tao Te Ching

Las enseñanzas de Lao Tse recogidas en su obra Tao te Ching presentan una filosofía de vida en forma de poemas. No pretende ser un manual de comportamiento humano, no vemos dogmas dentro de la obra porque precisamente se apuesta por no imponer al resto nada. Un enseñar sin hacer, que se hace explicito en la forma de mostrarlo en este libro. Incluso habría que plantearse si el hecho de dar cuenta de que el Tao existe hace que esté ahí y si no recibiéramos noticia de su existencia seguiría estando en nosotros. ¿Necesitamos una dosis de reflexión para empezar a actuar respecto a nuestro Tao?
Es llamativo que a pesar de unas enseñanzas que aspiran tan alto como hablar del comportamiento de una sociedad o de un buen gobernador tengan un carácter tan poco utópico. No pretende modificar a los individuos, ni siquiera pretende cambiar el mundo.

¿Quieres mejorar el mundo?
No creo que pueda hacerse.
El mundo es sagrado.
No se puede mejorar.
[…]
El maestro ve las cosas tal cual son
Sin intentar controlarlas.
Deja que sigan su propio curso
Y reside en el centro del círculo.

 Habla de un crecimiento personal ,individual, nos hacer girar unos grados el caleidoscopio  para afrontar la vida de otra manera. Al tener unos individuos que afronten el paso de los contrarios en su vida, que sepan que si tienen una época de caos es porque antecede a una de calma, que estén preparados para su autoconocimiento y el de la muerte, estamos creando un modo de vida diferente en la sociedad. Con esto último me refiero al tema político que se rozan en algunos poemas, donde habla de que la imposición no trae bienestar que el mejor gobernador hace que sus ciudadanos pienses que ellos también han fortalecido esa sociedad. Un dejar hacer, un enseñar tan solo mostrando. Porque cuando uno mismo está consigo mismo no hace falta enseñar a otro a que lo esté sino que el otro aprende del ejemplo. Porque no son enseñanzas generales ni una instrucciones, cada uno encuentra su Tao en sí mismo y viendo. El trato hacia un hombre malo no debe ser restrictivo, el buen maestro está para ayudarle, esta filosofía no está de acuerdo con el castigo. No existen imperativos categóricos que se contradiga contra nuestro propio deseo, la naturaleza de nuestras acciones está en nosotros mismos, siempre que actuemos debe ser conforme ella.

¿Qué es un buen hombre sino maestro de un hombre malo?
¿Qué es un mal hombre sino la tarea de un hombre bueno?

Otro aspecto llamativo es como simplifica el concepto de felicidad. No hay que hacer nada en especial para ser feliz, vuelve a ser un concepto fluido. Aunque parece que el deseo mismo a veces nubla esta idea y choca un poco la idea de que armonía y deseo estén contrapuestos. Volviendo al tema de los contrarios, debería precisamente haber momentos en los que el deseo precediera a la paz y la paz precediera al deseo. Habría que plantearse si el tao mismo sufre estos periodos de movimientos alternos entre extremos.

Si los hombres y las mujeres poderosos
Pudieran centrarse en él,
Todo el mundo se transformaría
Por sí mismo a su ritmo natural.
Las gentes estarían contentas
Con sus vidas simples y cotidianas,
En armonía y libres de deseo.

Cuando no hay deseo

Todo está en paz.



Noelia Pérez Plaza.

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