Las enseñanzas de Lao Tse recogidas en su obra Tao te Ching presentan
una filosofía de vida en forma de poemas. No pretende ser un manual de
comportamiento humano, no vemos dogmas dentro de la obra porque precisamente se
apuesta por no imponer al resto nada. Un enseñar sin hacer, que se hace
explicito en la forma de mostrarlo en este libro. Incluso habría que plantearse
si el hecho de dar cuenta de que el Tao existe hace que esté ahí y si no recibiéramos
noticia de su existencia seguiría estando en nosotros. ¿Necesitamos una dosis
de reflexión para empezar a actuar respecto a nuestro Tao?
Es llamativo que a pesar de unas enseñanzas que aspiran tan
alto como hablar del comportamiento de una sociedad o de un buen gobernador tengan
un carácter tan poco utópico. No pretende modificar a los individuos, ni
siquiera pretende cambiar el mundo.
¿Quieres mejorar el
mundo?
No creo que pueda
hacerse.
El mundo es sagrado.
No se puede mejorar.
[…]
El maestro ve las
cosas tal cual son
Sin intentar
controlarlas.
Deja que sigan su propio
curso
Y reside en el centro
del círculo.
Habla de un
crecimiento personal ,individual, nos hacer girar unos grados el
caleidoscopio para afrontar la vida de
otra manera. Al tener unos individuos que afronten el paso de los contrarios en
su vida, que sepan que si tienen una época de caos es porque antecede a una de
calma, que estén preparados para su autoconocimiento y el de la muerte, estamos
creando un modo de vida diferente en la sociedad. Con esto último me refiero al
tema político que se rozan en algunos poemas, donde habla de que la imposición
no trae bienestar que el mejor gobernador hace que sus ciudadanos pienses que
ellos también han fortalecido esa sociedad. Un dejar hacer, un enseñar tan solo
mostrando. Porque cuando uno mismo está consigo mismo no hace falta enseñar a
otro a que lo esté sino que el otro aprende del ejemplo. Porque no son
enseñanzas generales ni una instrucciones, cada uno encuentra su Tao en sí
mismo y viendo. El trato hacia un hombre malo no debe ser restrictivo, el buen
maestro está para ayudarle, esta filosofía no está de acuerdo con el castigo. No
existen imperativos categóricos que se contradiga contra nuestro propio deseo,
la naturaleza de nuestras acciones está en nosotros mismos, siempre que
actuemos debe ser conforme ella.
¿Qué es un buen hombre
sino maestro de un hombre malo?
¿Qué es un mal hombre
sino la tarea de un hombre bueno?
Otro aspecto llamativo es como simplifica el concepto de
felicidad. No hay que hacer nada en especial para ser feliz, vuelve a ser un
concepto fluido. Aunque parece que el deseo mismo a veces nubla esta idea y
choca un poco la idea de que armonía y deseo estén contrapuestos. Volviendo al
tema de los contrarios, debería precisamente haber momentos en los que el deseo
precediera a la paz y la paz precediera al deseo. Habría que plantearse si el
tao mismo sufre estos periodos de movimientos alternos entre extremos.
Si los hombres y las
mujeres poderosos
Pudieran centrarse en
él,
Todo el mundo se
transformaría
Por sí mismo a su
ritmo natural.
Las gentes estarían
contentas
Con sus vidas simples
y cotidianas,
En armonía y libres de
deseo.
Cuando no hay deseo
Todo está en paz.
Noelia Pérez Plaza.
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