Documental que nos traslada
hasta las Montañas Zhongnan para conocer un poco mejor la Tradición de los
Ermitas, desde la experiencia de algunos ermitaños, maestros, discípulos y
monjes que habitan en estas montañas.
En este comentario se tratan algunas de las enseñanzas que nos transmiten en la
primera parte del documental.
El primero de ellos es un maestro que nos enseña la importancia de la práctica,
es decir, de la meditación y la necesidad de poner en ella todo nuestro
corazón, toda nuestra mente. Habla del paraje en que habita como un buen sitio
para llevar a cabo la práctica, ello puede deberse al medioambiente del cual se
hayan rodeados todos estos individuos, es un lugar de paz y tranquilidad, en el
cual ellos tratan de llegar ser Buddhas Amitābha y alcanzar la liberación.
Esta es una tradición que lleva más de cinco mil años en práctica.
Otro de los habitantes de estas nos recuerda una de las principales enseñanzas
budistas, a saber, el mundo es sufrimiento. Es por este motivo por el cual,
según este individuo, todos queremos volvernos Buddhas y, de este modo,
alcanzar el Nirvana y, así liberarnos de todas nuestras pasiones que son la
fuente de nuestro sufrimiento.
Por otro lado aborda la cuestión del habla, refiriéndose a aquella enseñanza
taoísta según la cual quien se abstiene de hablar está obedeciendo a la
espontaneidad de su naturaleza y es así como el sabio enseña sin hacer uso de
palabra y actúa sin actuar. A parte, menciona las escrituras de Lengyan, según
las cuales existen muchas palabras para hablar pero ninguna de ellas es real,
cada una de ellas es como una flor que cae del cielo, no valen nada.
En este individuo se aprecia muy bien la figura del asceta, es decir, sólo hace
un uso básico y necesario de las cosas. Esta forma de vida nos muestra cómo
todos estos individuos tratan de no dirigirse hacia los extremos, lo cual
recuerda a la teoría aristotélica del término medio. Al finalizar la visita les
entrega un acertijo a los viajeros y les dice que quien lo desvele alcanzará la
paz, la calma. Dice así:
“Diez mil cosas, todas en este aliento, agarrando la vacuidad no hay realmente
mucho que decir".
A continuación aparece un monje que nos muestra una pequeña reflexión acerca de
las personas de la ciudad. Dice que cuando desciende de las montañas a la
jungla de asfalto y mira a la gente a los ojos se plantea qué problemas estás
buscando, contra quién quieren pelear. Este es un hecho que se puede apreciar a
diario, la gente camina por la urbe a la defensiva, no se fía de nadie, ni de
sus propios conciudadanos. Cómo vamos a llegar a ser una auténtica sociedad
cuando no existe ese sentimiento de unidad, de compañerismo,…sin este tipo de
valores una comunidad se hace inviable
Todos estos monjes ven las ciudades como lugares llenos de problemas, no se
plantean volver a ellas ni un instante. Nuestro mayor problema es nuestra mente
descuidada y engañosa, es decir, nuestras maneras habituales de pensar,
cuestionándonos que debería o que no debería hacer, qué es lo bueno y qué lo
malo,…cuando, según dice el monje, no lo puedes detener. Supongo que con esto
se refiere a dejar que nazca la espontaneidad de nuestra naturaleza.
Todos estos seres han renunciado a todo lo mundano a cambio de algo mucho más
básico, paz y tranquilidad.
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