domingo, 12 de abril de 2015

Las nubes se mueven despacio


"Cada día, desde por la mañana hasta por la noche, reuniendo cosas grandes, pequeñas, valiosas: dinero, nombre, reconocimiento... Lo juntas todo en tu regazo como si poseyeras la llave dorada. Ocupado toda la vida por nada, actuando como un ladrón"

Entre nubes blancas es un documental que se adentra en la vida de ermitaños budistas de las montañas Zhongnan, en China. El documental transmite directamente las enseñanzas de varios monjes budistas que se han retirado a las montañas en busca de la soledad y tranquilidad necesarias para su ascesis. Algunos llevan más de veinte años en las montañas.
Sus rutinas son rurales y relajadas: se ocupan de sus huertos, de ir a buscar agua a los manantiales y, sobre todo, leen los textos y meditan largamente sobre ellos. Esto es, largamente. Estos monjes han estudiado los textos clásicos durante años. Y no sólo los han estudiado durante mucho tiempo, sino también en unas condiciones muy especiales: rodeados de naturaleza  y de la soledad que no podían encontrar en un monasterio. Gracias a ello han podido alcanzar un alto nivel de comprensión de las enseñanzas de Buda y pueden aplicarlas a su vida cotidiana, a su comprensión más íntima del mundo y de la realidad en la que viven. Estos hombres y mujeres son auténticos sabios, tan escasos en el mundo contemporáneo.
Volviendo a nuestro mundo contemporáneo, hace poco más de un año se desarrolló Spritz, una aplicación móvil y web que permite leer textos muy deprisa. Para llevar esto a cabo, la aplicación utiliza un recuadro pequeño en el que van pasando las palabras rápidamente, de manera que el lector no tiene que mover los ojos (lo cual es, desde luego, un esfuerzo agotador) para desplazarse por el texto. En este vídeo se puede ver una demostración:

En el Huffington Post ponen como referencia que un lector del nivel más rápido podría leer Harry Potter en lo que dura un partido de béisbol.

En las reseñas que he visto siempre se elogia la capacidad de la aplicación para acelerar la lectura sin ceder en la comprensión. Siento curiosidad por saber qué textos se han leído con esta aplicación para afirmar tal cosa, dado que no se puede retroceder y volver a leer una sección del texto de forma cómoda, ni está orientado a leer de forma pausada, lo que es esencial para reflexionar o disfrutar lo leído.
No me considero un detractor de las nuevas tecnologías: tengo Facebook, me gustan los videojuegos y no defiendo los libros de papel por encima de los ebooks. Sin embargo, pienso que esta aplicación forma parte de una patología contemporánea que tiende a transformar las cosas para que sean más rápidas, más huecas y más engañosamente útiles.
Milan Kundera escribió en 1988 que leemos una noticia como quien fuma un cigarrillo: para pasar el rato, una distracción fugaz que se apaga y se olvida en cuestión de minutos. Ahora también podemos fumarnos Harry Potter en dos horas, una carrera de filosofía en tres años o un idioma en mil palabras.
Los monjes budistas de las montañas saben que la sabiduría necesita tiempo y dedicación. El tiempo es un recurso escaso, sí. Pero, precisamente por eso, no debemos pensar sólo en aprovecharlo, sino en cómo lo estamos aprovechando. En si merece la pena aquello a lo que dedicamos nuestro tiempo o si sólo es un esfuerzo aparentemente útil.

"Ocupado, ocupado... Mío, mío, una vida entera para "mí"...
cuando dejen de respirar deberán dejar ir todo el universo.
¿Por qué no dejarlo ir desde el principio,
por qué no poner toda esa energía en la liberación?"

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