"Cada día, desde por la mañana hasta por la noche, reuniendo cosas grandes, pequeñas, valiosas: dinero, nombre, reconocimiento... Lo juntas todo en tu regazo como si poseyeras la llave dorada. Ocupado toda la vida por nada, actuando como un ladrón"
Entre nubes blancas
es un documental que se adentra en la vida de ermitaños budistas de las
montañas Zhongnan, en China. El documental transmite directamente las
enseñanzas de varios monjes budistas que se han retirado a las montañas en
busca de la soledad y tranquilidad necesarias para su ascesis. Algunos llevan
más de veinte años en las montañas.
Sus rutinas son rurales y relajadas: se ocupan de sus
huertos, de ir a buscar agua a los manantiales y, sobre todo, leen los textos y
meditan largamente sobre ellos. Esto es, largamente.
Estos monjes han estudiado los textos clásicos durante años. Y no sólo los han
estudiado durante mucho tiempo, sino también en unas condiciones muy especiales:
rodeados de naturaleza y de la soledad
que no podían encontrar en un monasterio. Gracias a ello han podido alcanzar un
alto nivel de comprensión de las enseñanzas de Buda y pueden aplicarlas a su
vida cotidiana, a su comprensión más íntima del mundo y de la realidad en la
que viven. Estos hombres y mujeres son auténticos sabios, tan escasos en el mundo contemporáneo.
Volviendo a nuestro
mundo contemporáneo, hace poco más de un año se desarrolló Spritz, una aplicación móvil y web que permite leer textos muy
deprisa. Para llevar esto a cabo, la aplicación utiliza un recuadro pequeño en
el que van pasando las palabras rápidamente, de manera que el lector no tiene
que mover los ojos (lo cual es, desde luego, un esfuerzo agotador) para desplazarse
por el texto. En este vídeo se puede ver una demostración:
En el Huffington Post ponen como referencia
que un lector del nivel más rápido podría leer Harry Potter en lo que dura
un partido de béisbol.
En las reseñas que he visto siempre se elogia la capacidad
de la aplicación para acelerar la
lectura sin ceder en la comprensión. Siento curiosidad por saber qué textos se
han leído con esta aplicación para afirmar tal cosa, dado que no se puede
retroceder y volver a leer una sección del texto de forma cómoda, ni está
orientado a leer de forma pausada, lo que es esencial para reflexionar o disfrutar
lo leído.
No me considero un detractor de las nuevas tecnologías:
tengo Facebook, me gustan los videojuegos y no defiendo los libros de papel por
encima de los ebooks. Sin embargo,
pienso que esta aplicación forma parte de una patología contemporánea que
tiende a transformar las cosas para que sean más rápidas, más huecas y más
engañosamente útiles.
Milan Kundera escribió en 1988 que leemos una noticia como
quien fuma un cigarrillo: para pasar el rato, una distracción fugaz que se
apaga y se olvida en cuestión de minutos. Ahora también podemos fumarnos Harry Potter en dos horas, una
carrera de filosofía en tres años o un idioma en mil palabras.
Los monjes budistas de las montañas saben que la sabiduría necesita
tiempo y dedicación. El tiempo es un recurso escaso, sí. Pero, precisamente por
eso, no debemos pensar sólo en aprovecharlo, sino en cómo lo estamos aprovechando. En si merece la pena aquello a lo que
dedicamos nuestro tiempo o si sólo es un esfuerzo aparentemente útil.
"Ocupado, ocupado... Mío, mío, una vida entera para "mí"...
cuando dejen de respirar deberán dejar ir todo el universo.
¿Por qué no dejarlo ir desde el principio,
por qué no poner toda esa energía en la liberación?"
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